Reflexión de un domingo aburrido

Esto es para aquellas personas que como yo, se encerraban en el cuarto a ver novelas con la chica que los cuidaba, en mi caso Lilín Canchingre Flores, que pasó a ser en nuestra vida, una hermana mayor pues solo tenia 14 años cuando nos empezó a cuidar.
Ella es la responsable que cuando sintonizamos la radio, de vez en cuando paramos en FABU SUPER ESTEREO a cantar por ejemplo una de Marisela o Karina, para ser mas modernos y entendernos bien.
En el caso de las novelas, Lilín hacia de esa hora un verdadero ritual, no solo por escondernos de mi mama para que no nos vea, sino también por sus espectaculares expresiones esmeraldeñas al momento de un beso o un reencuentro.
Ella, en resumen, también es la responsable de que los galanes de aquellos tiempos, se conviertan también en ídolos para una niña de 6 años
Quienes son estos galanes, donde están?, algunos todavía aparecen en novelas mexicanas o venezolanas, obviamente son el abuelo sexy del galán actual y mueren en los primeros capítulos, otros todavía siguen en su carrera musical y ganan dinero en países que viven de los recuerdos, por ejemplo Ecuador, donde la gente todavía paga unos cuantos dólares para verlos en una cena show y hacen el trencito al ritmo de Agárrense de las Manos.
Ahora me pregunto estos galanes hoy 2010, llegarían a ser íconos de belleza masculina? Que parámetros fueron los que los puso en ese lugar en la época de los 80 e inicios de los 90?
Creo que más allá de términos como globalización o postmodernidad, imagen, etc. es el hecho de que en esas épocas era la única opción en todos los canales después cada almuerzo o cena, solo era cuestión de escoger la mejor novela del horario estelar y seguir una historia que nos motivaba cada día, mezclada en mi caso con la animosidad de Lilín, así también como Polo Baquerizo animaba nuestros viernes a la noche y Chispazos nuestros domingos, pero esa es otra historia.

Solo quería compartir con mi blog, esta reflexión un domingo a la tarde, cuando no hay absolutamente nada que ver en la TV y me pregunté como hacíamos cuando no existía la televisión por cable, mezclado con el recuerdo de ayer cuando mi mama cocinaba mientras escuchaba al Puma, una extraña relación que desencadenó este pensamiento de domingo a la tarde sin novela ni galán alguno que me entretenga.